Ir al contenido
_
_
_
_

Dilian Francisca Toro, la poderosa gobernadora a la que Petro señala de hundir su consulta popular

La mandataria del Valle del Cauca mantiene una firme maquinaria con congresistas, alcaldes y otros aliados

Dilian Francisca Toro, en septiembre de 2024.
Valentina Parada Lugo

Armando Benedetti, ministro del Interior, escribió en WhatsApp un chat en el que ordenaba “pararle todo” a Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle del Cauca. Periodistas de Cambio, que seguían la votación de la consulta popular del Gobierno en la plenaria del Senado el miércoles pasado, captaron el mensaje en una foto. “Nos traicionó y de qué manera… Pregúntale al presidente”, había escrito el antiguo compañero de Toro en el partido de La U en un mensaje dirigido al contacto “Ministro de Hacienda”. La derrota del Ejecutivo era inminente. El nuevo capítulo del pulso entre el Gobierno y el Congreso, que pasa por la gobernadora, era menos previsible.

En respuesta a la polémica por el chat, el presidente Gustavo Petro salió en defensa de su ministro. Culpó a la gobernadora de haber “partido las aguas” en La U. La gobernadora respondió con una carta abierta, en la que negó cualquier traición y señaló que el Gobierno ha frenado proyectos clave para el Valle del Cauca. “Los derechos de los ciudadanos y las competencias del Gobierno Nacional no pueden ser usados como herramientas de presión. Esto sería un uso indebido del poder. Espero que dichas afirmaciones sean solo un malentendido”, dice en el documento.

La “dama política” del Valle

Nacida en Guacarí, un pequeño municipio vallecaucano, hace 66 años, y médica de profesión, llegó a la política en 1992, cuando fue elegida alcaldesa de su pueblo. De origen liberal en tiempos en los que el bipartidismo todavía marcaba las elecciones, llegó al Senado en 2002. De entonces nunca ha dejado de estar allí, de forma a directa o a través de su grupo político, Nueva Generación, del que hoy están en el Congreso como miembros de La U los senadores Norma Hurtado (vallecaucana y clave en los temas de salud) y Juan Carlos Garcés Rojas (caleño), o el representante Víctor Manuel Salcedo.

Dilian es una de las grandes electoras del país. El presidente Gustavo Petro, que fue congresista por más de dos décadas y compartió con ella en el Capitolio, lo sabe. También sabe que es una de las caras más visibles de la llamada política tradicional, la que los electores han rechazado de forma cada vez más clara en las elecciones presidenciales —aunque no en las legislativas—.

Toro ha sabido aprovechar su profesión en la política, En su primer período en el Senado destacó como presidenta de la Comisión Séptima, encargada de los temas de salud, pensiones y seguridad social. En 2006 entró a La U, como muchos otros liberales que apoyaron la reelección de Álvaro Uribe, y fue reelegida con una votación histórica. Poco después se convirtió en presidenta del Senado, donde se mantuvo hasta 2013, cuando renunció para enfrentar un proceso judicial por lavado de activos que nunca prosperó.

Dilian Francisca Toro durante la ceremonia de inauguración y apertura de la Maloka amazónica en la COP16, en octubre de 2024.

En 2015, libre de lastres judiciales, regresó a la política y al escenario regional para competir por la Gobernación del Valle del Cauca. Ganó con holgura y gobernó entre 2016 y 2019 con una gestión que combinó una reconocida inversión en salud —su especialidad— y una nutrida burocracia que afianzó su estructura política. Su fortaleza era tal, que Nueva Generación y La U impulsaron como su sucesora a su ahijada política y amiga Clara Luz Roldán, hoy copresidenta del partido. Toro regresó a la Gobernación con una clara victoria en las elecciones de 2023.

En esa trayectoria, la baronesa acompañó a Juan Manuel Santos en su ruptura con Uribe y, aunque no fue parte de su primer círculo en el poder, respaldó abiertamente el proceso de paz con las FARC. Sin embargo, una notoria versatilidad política le permitió apoyar abiertamente la candidatura del uribista Iván Duque a la Presidencia en 2018, respaldar al antipetrista Federico Gutiérrez en 2022 y adaptarse a la victoria de Petro. Convertida en presidenta de La U, incluso viajó a Bogotá para reunirse con el entonces presidente electo. Toro llevó a que su partido se declarara gobiernista. Durante los primeros meses de Petro, el presidente valoró públicamente el papel de Toro como líder regional y ella adoptó una postura conciliadora. En uno de los primeros comunicados que confirmaron esa alianza, la política explicaba que buscaba “la construcción de acuerdos y consensos en la búsqueda de iniciativas que contribuyan al bienestar de los colombianos, el desarrollo y la construcción de país”.

No obstante, la alianza siempre fue fría. Aliados de Toro habían abandonado sus huestes en favor de Petro. Ya antes de las elecciones, Roosvelt Rodríguez, entonces senador de La U y ahijado de Dilian, había renunciado al partido para hacer campaña con Petro. La unidad de Nueva Generación estaba en riesgo, y más cuando, en septiembre de 2022, Petro lo designó como superintendente de Notariado y Registro, cargo en el que todavía permanece.

La cercanía se fue diluyendo. Marcaron la distancia las reformas a la salud y laboral, en las que los congresistas de Nueva Generación votaron contra varias propuestas del Gobierno. Aunque La U es más una federación de caciques regionales que un partido con cohesión ideológica, y es usual que sus votos sean divididos, la tendencia a alejarse de Petro fue en aumento. En mayo de ese año, La U anunció su salida de la coalición de Gobierno. Y ahora, tras el hundimiento de la consulta, los congresistas cercanos a Toro han argumentado que el Gobierno no ha tratado bien al Valle del Cauca. Norma Hurtado, que ha estado en medio de la polémica, lo ha explicado: “Lo que hemos tenido es una cadena de promesas sin cumplir, de discursos sin acciones, de retórica sin resultados. El mismo Valle que lo respaldó masivamente en las urnas, hoy se siente defraudado”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Valentina Parada Lugo
Periodista de EL PAÍS en Colombia y estudiante de la maestría en Estudios Políticos de la Universidad Nacional. Trabajó en El Espectador en la Unidad Investigativa y en las secciones de paz y política. Ganadora del Premio Simón Bolívar en 2019 y 2022.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_